sábado, 27 de junio de 2015

3. BASES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS PARA LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO

La tarea de evaluar el desempeño constituye un aspecto básico de la gestión de Recursos Humanos en las organizaciones. La evaluación del desempeño constituye una función esencial que de una u otra manera suele efectuarse en toda organización moderna. Al evaluar el desempeño la organización obtiene información para la toma de decisiones: Si el desempeño es inferior a lo estipulado, deben emprenderse acciones correctivas; si el desempeño es satisfactorio, debe ser alentado.

Contar con un sistema formal de evaluación de desempeño permite a la gestión de Recursos Humanos evaluar sus procedimientos. Los procesos de reclutamiento y selección, de inducción, las decisiones sobre promociones, compensaciones y adiestramiento y desarrollo del recurso humano requieren información sistemática y documentada proveniente del sistema de evaluación de desempeño. La evaluación del desempeño es el proceso continuo y periódico de evaluación a todos los trabajadores de la idoneidad demostrada, las competencias y resultados del trabajo para lograr los objetivos de la empresa, por parte del jefe inmediato, partiendo de la auto evaluación y los criterios de los compañeros que laboran en el área.

La evaluación del desempeño, como proceso clave de gestión de capital humano, conforma un sistema que pretende valorar de la forma más sistemática y objetiva posible el rendimiento de los empleados en la organización. El sistema de evaluación del desempeño parte del profesiograma y cumple su función de valoración respecto al trabajo desarrollado, los objetivos fijados y las responsabilidades asumidas junto a las condiciones de trabajo y características personales.

La evaluación del desempeño, o evaluación del rendimiento, o evaluación de la actuación, o “perfomance appraisal”, o evaluación de competencias (cuando tales se hallan definidas) es el proceso clave consistente en un procedimiento que pretende valorar, de la forma más sistemática y objetiva posible, el rendimiento o desempeño de los empleados en la organización. Por supuesto, la evaluación de competencias significa un estadio superior de la evaluación del desempeño.

En este orden de ideas, al puntualizar el impacto de la evaluación del desempeño sobre la gestión de Recursos Humanos, sus principales contribuciones son las siguientes:

a) Captación de Recursos Humanos
b) Compensaciones
c) Motivación
d) Desarrollo y Promoción
e) Comunicación
f) Adaptación al Puesto de Trabajo
g) Descripción de Puestos
h) Capacitación

A estos efectos, deberá tenerse presente que evaluar el desempeño del trabajador no debe ser considerado un ejercicio de examen anual, ni un procedimiento para juzgar y sancionar, sino fundamentalmente ayudar, colaborar y mejorar las relaciones humanas en la empresa. Es, en definitiva, un análisis del pasado, en el momento presente, para proyectar el futuro.

El sistema de evaluación del desempeño, comprende:

• El método de evaluación
• Período de tiempo que se evaluará y fecha de esa evaluación
• Argumentación y clasificación de los resultados (Excelente, Bien, Regular, etc.)
• Conclusiones, recomendaciones o plan de superación y firma de los evaluadores
• Firma del evaluado con sus consideraciones

Sin lugar a dudas, en las distintas organizaciones que se han creado en la historia de la humanidad una de las principales preocupaciones ha sido garantizar la estabilidad, trascendencia y productividad de cada organización, en consecuencia, se ha juzgado la diligencia y acierto con las que sus líderes las han conducido y con el empeño que sus operarios han conseguido que funcionen adecuadamente conforme al esquema planeado para las mismas.

La evaluación del desempeño comenzó entonces a ser aplicada como una herramienta para dirigir políticas y medidas coadyuvantes para elevar el rendimiento de los trabajadores que no alcanzan los estándares, asimismo, la propia evaluación permitió señalar como aptos a trabajadores que lograron permanecer en las organizaciones cuando mejoraron su rendimiento o de otros no aptos que, en definitiva, fueron separados de sus puestos por no cubrir tales estándares.

En un sentido crítico la evaluación del desempeño podría caracterizarse como un medio de aprovechamiento o explotación máxima del potencial y rendimiento de los trabajadores, sin embargo, en el terreno de la transacción laboral, ningún trabajador esta obligado legalmente a desempeñarse más allá de lo que prescribe su contrato de trabajo. En todo caso, el constituir sistemas laborales de máximos rendimientos y pago a destajo todavía no están establecidos en la legislación laboral de nuestro país.

Sin embargo, independientemente de la técnica seleccionada, es necesario que el enfoque adoptado sea utilizado por los directivos de la organización. El profesional de Recursos Humanos deberá identificar estrategias para lograr que los directivos-evaluadores asuman con entusiasmo y capacidad esta responsabilidad.

Por otro lado, si el proceso de evaluación indica que es frecuente el desempeño de bajo nivel, serán muchos los trabajadores excluidos de los planes de promociones y transferencias, será alto el porcentaje de problemas de personal y bajo en general el nivel de dinamismo de toda la empresa. Niveles altos de trabajadores que no se desempeñan bien pueden indicar la presencia de errores en varias facetas de la gestión de Recursos Humanos. Es posible, por ejemplo, que el desarrollo de los Recursos Humanos no se corresponda con los planes de promoción profesional, porque los candidatos no se seleccionan adecuadamente. Puede ocurrir también que el plan de Recursos Humanos sea erróneo, porque la información obtenida del análisis de puestos sea incompleta o se hayan postulado objetivos equivocados. Las fuentes de error son múltiples y requieren una cuidadosa inspección de toda la función que cumple el profesional de Recursos Humanos en la empresa. Los resultados de las evaluaciones del desempeño constituyen el termómetro de las condiciones humanas de la organización.


La evaluación del desempeño se realiza en consecuencia a lo dispuesto en el profesiograma, perfil de cargo o perfil de competencias. Se realiza atendiendo esencialmente a:

• Misión u objetivos fijados
• el trabajo desarrollado (cantidad y calidad)
• las responsabilidades asumidas junto a las condiciones de trabajo
• y las características personales en la cultura organizacional

Cualquiera sea el método de evaluación que se asuma, el sistema (procedimiento general de evaluación del desempeño) habrá de comprender esos elementos esenciales.

Estas tendencias erradas pueden presentarse en todos los individuos, sin que necesariamente supongan actos voluntarios. Es importante conocerlas para evitarlas, o corregirlas. A continuación las tendencias erradas más habituales.

a) Efecto de halo: hace referencia a la tendencia humana a establecer valoraciones globales sobre una persona en base a un solo rasgo o característica. Así por ejemplo, si una persona nos cae bien por su marcada sociabilidad, podemos tender a sobrevalorar su actuación positiva en general

b) Tendencia central: se refiere a la tendencia que presentan algunas personas a emitir calificaciones medias y rara vez extremas. Por ejemplo, si la escala del indicador liderazgo fuera de uno a diez, se tendería a puntear un cinco

c) Polaridad: en este caso se trata de la tendencia a emitir calificaciones polares o extremas. Por ejemplo, si la puntuación de la escala del indicador fuera de uno a diez, se marcaría el uno o el dos, o por el contrario, el nueve o el diez

d) Proyección: tendencia a proyectar aspectos positivos de uno mismo en la persona evaluada con la que uno se identifica, o a proyectar aspectos negativos de uno en la persona con la cual no se identifica o se rechaza. Se relaciona con el mecanismo de defensa psicológica de la “proyección”, cuya acción es inconsciente

e) Efecto recencia: consiste en la tendencia a recordar mejor aquello que acaba de ocurrir, olvidando o quedando relegado lo anterior. Este efecto hará que se evalúe positiva o negativamente a una persona por su conducta más reciente y no por su actuación a lo largo de todo el período

f) Efecto primacía: efecto contrario al anterior, en el sentido en que hace referencia a que se recuerde mejor aquello que ha sucedido en primer lugar. Está relacionado con la fuerte latencia de las primeras impresiones, positivas o negativas. Según ambas tendencias, la evaluación estará sesgada por las últimas actuaciones o por las primeras, sean positivas o negativas


Ahora bien, puede suceder que la Organización no tenga definida la misión, los Objetivos y Estrategias. Ante esta alternativa se debe tener presente:

1. ¿Qué es misión?

2. ¿Qué es objetivo?

3. ¿Qué es estrategia?

Se entiende por Misión a la finalidad más amplia que una Organización dada escoge para sí misma, a la declaración duradera de sus objetivos que resiste al paso del tiempo y es lo que la distingue de otra, dando una visión a largo plazo en función de “qué quiere hacer” y a “quién quiere servir”, debiendo ser formulada en función de los clientes, o sea, responde a la interrogante ¿Cuál es la razón de ser?

Por su parte, un Objetivo es una meta que se quiere alcanzar. Por su misma naturaleza los objetivos son más específicos que el planteamiento de la misión, y viene a ser en realidad la traslación de esta a términos concretos que sirven para medir los resultados, siendo entendido como una posición preconcebida, planificada, que se desea alcanzar, un resultado que se desea lograr, o sea, fines hacia los cuales se dirige el comportamiento de una organización. En fin, los objetivos contribuyen al logro de la misión y deben ser redactados en presente, ser medibles y que posibiliten su cumplimiento, además de ser inspiradores.

Por lo tanto; los objetivos deben reunir ciertas cualidades como son; la claridad, que sean realistas, que permitan apreciar cuál es el grado de la labor a realizar y posibilitar la función de Evaluación y Control, de ahí que estos permitan la declaración exitosa de estrategias, que no es más que el programa general que se traza para alcanzar los objetivos de una organización y cumplir así su misión. Se define también como el patrón de respuesta de la organización a su ambiente y expresa lo que quiere ser la empresa.


Cabe recalcar que todos estos aspectos que se valoraron anteriormente son imprescindibles a la hora de diagnosticar la ED y diseña cualquier sistema de EDi, ya que siempre es necesario conocer la razón de ser de una organización (Misión) , cuáles son sus objetivos y en qué estrategia es preciso trabajar teniendo en cuenta las situaciones recurrentes (políticas), valorando ante todo su sistema de trabajo y la forma en que se mide para acelerar el logro efectivo de la misión, por lo que se pasa a analizar una segunda tarea.

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