Los enfoques teóricos de
gestión y planificación considerados pueden caracterizarse de la siguiente
forma:
El enfoque prospectivo se caracteriza por precisar
las estrategias de acción presentes, a través de la exploración sobre los
futuros posibles. Concibe a la planificación como una prospectiva
normativa que utiliza la técnica de escenarios para reflexionar en torno a
conjuntos coherentes de hipótesis probables sobre las variables claves del
sistema y las posibles estrategias de los actores.
El enfoque de la «planificación comunicativa» propone que
la clave la de acción es el lenguaje y que, por tanto, el centro de la atención
está en la creación de estructuras comunicativas o redes conversacionales que
faciliten el entendimiento para una acción cooperativa. Estas conversaciones se
articulan por actos de habla, cada uno de los cuales tiene una forma pertinente
de validación según su aserción, instrucción, compromiso, expansión o
declaración.
El enfoque de la gestión para la calidad plantea que
corresponde a todo directivo el mejoramiento incesante de los procesos que
están bajo su cargo. Lo cual implica el observar si el producto o servicio
cumplen con su requisito, y el hacer que el trabajo de los equipos de
mejoramiento de procesos se basen en un compromiso con los alumnos en la mejora
de la calidad.
Este enfoque establece como
puntos estratégicos de la gestión el aprender a escuchar a quien demanda la
educación, el optimizar la efectividad organizacional y realinear la cultura
organizacional mediante de la aplicación de una filosofía de aprendizaje y
dirección que fomente la eliminación de los desperdicios de los procesos, la
administración de los procesos, la participación de los actores de la educación
en torno a las decisiones y en la conformación de las redes
interactivas.
El enfoque normativo centra su
aplicación en cómo resolver el problema en la elección de
técnicas, el problema de las técnicas y el problema de la
priorización entre objetivos, haciendo un uso eficiente de los recursos
en torno a las decisiones. Estructura un método de
programación sobre la base de una serie de principios:
a.- Dado
que en los objetivos el criterio debe ser minimizar la utilización de los
recursos o lo contrario, la normalización de los instrumentos y las metas de
normalización es la forma de dar solución a los problemas de la elección de
técnicas y al problema de las prioridades.
b.- La
norma para determinar la designación de recursos es la asignación máxima de
producto obtenido por unidad de recurso empleado, dada las combinaciones
apropiadas y posibles de recursos para obtener el producto.
El enfoque estratégico situacional: Para lograr
una visión de conjunto sobre la forma como se articulan los instrumentos y
convertirla en un método práctico, cuyo centro sea el cálculo que precede y
preside la acción en la coyuntura, se sintetizan tales relaciones en un
diagrama.
Esto permite que el plan se estructure como una
matriz: problemas- operaciones, cuya construcción hace
necesario para conformar el programa direccional, compatibilizar los
problemas del plan y las operaciones diseñadas para atacar cada problema; las
operaciones con los nudos críticos de cada problema ( matriz, nudos críticos,
operaciones) y las responsabilidades administrativas en la ejecución de las
operaciones (matriz, operaciones, instituciones). De no ser viable
ninguna de estas trayectorias se revisa el programa direccional hasta alcanzar
un diseño normativo coherente y viable en lo estratégico
Dimensiones.-
Una
premisa fundamental en el proceso de cambio es entender lo que sucede al
interior de la escuela para poder decidir qué procesos deben permanecer en
ésta, cuáles deben ser cambiados, cuáles eliminados y qué cosas nuevas se
requiere hacer. La dinámica escolar es compleja y es poco probable que se
identifiquen los elementos señalados si se intenta ver la totalidad de lo que
sucede en ella, por lo que es necesario analizarla por partes; una manera de
hacerlo es establecer particiones a esa totalidad con diferentes criterios; que
pueda ser subdividida en fragmentos más pequeños que permitan emitir juicios
de valor y tomar decisiones claras.
Es
por ello que la realidad escolar se clasifica en dimensiones. Éstas son, desde
el punto de vista analítico, herramientas para observar, analizar, criticar e
interpretar lo que sucede al interior de la organización y funcionamiento
cotidiano de la escuela.
En
este caso, las dimensiones a través de las que se propone hacer el análisis son
cuatro: pedagógica curricular, organizativa, administrativa y de participación
social comunitaria. A continuación, se describen los contenidos que
caracterizan a cada dimensión, los que habrá que considerar y valorar a fin de
identificar la situación prevaleciente de cada escuela.
Pedagógica curricular
Esta
dimensión se refiere al trabajo que se realiza en el aula y, como su nombre lo
indica, analiza la relación que tiene el docente con los contenidos
curriculares, la forma en que transmite conocimientos, desarrolla habilidades y
destrezas en sus alumnos y establece un conjunto de valores al interior del
aula. Considera las formas de hacer e interactuar entre maestro, alumno y
padres de familia para desarrollar las competencias de los estudiantes y tiene
una estrecha relación con la gestión pedagógica que se realiza en la escuela.
Organizativa
Esta
dimensión considera la interrelación al interior del colectivo docente y de
éste con los padres de familia. En ella están presentes los valores y las
actitudes que prevalecen en los actores escolares. Los valores traducidos en
actitudes son los sustentos que le sirven a la organización escolar para tomar
las decisiones que considera más convenientes al enfrentar diversas
situaciones.
Administrativa
El
análisis de esta dimensión permite el reconocimiento del tipo de actividades
que desde la administración escolar favorecen o no los procesos de enseñanza y
de aprendizaje con el propósito de que puedan modificarse para mejorar los
rendimientos educativos de los alumnos, las prácticas docentes y los
directivos, y también del personal de apoyo y asistencia.
Participación social comunitaria
Esta
dimensión involucra la participación de los padres de familia y de otros
miembros de la comunidad donde se ubica la escuela. Mediante el análisis habrá
que identificar la forma en que el colectivo, directivo y docentes, conocen,
comprenden y satisfacen las necesidades y demandas de los padres de familia,
así como la forma en que se integran y participan en las actividades del centro
escolar, principalmente en aquellas que desde el hogar pudieran favorecer los
aprendizajes de los estudiantes.
Un proceso de organización comprende las
siguientes etapas:
1.- El diagnóstico
2.-La programación
propiamente dicha.
3.-La discusión y decisión
4.-La ejecución
5.-La evaluación
El
aprendizaje organizacional se produce en dos niveles:
Primer
nivel.- proceso de reflexión donde se confirma o no la teoría en uso y se
corrigen errores.
Segundo
nivel.-se diseña una reestructuración de las modalidades con las que se diseñan
las metas, las estrategias, los sistemas de monitoreo, evaluación y
seguimiento.
ELEMENTOS DE
LA GESTIÓN EFICIENTE
1.-Promociona la
descentralización de la toma de decisiones a cualquier
nivel (escuelas, grupos escolares, interacciones institucionales).
El maestro es visto como líder instruccional, el director como líder del líder
instruccional y el resto de los participantes como facilitadores del trabajo
del maestro.
2.- Provee a los
maestros de recursos y poder de decisión y acción pedagógica autónoma y
significativa.
3.-Orienta a la
escuela, grupos escolares u otras instancias de interacción pedagógica a guiar
sus acciones en base a una misión y no por las reglas y normas asfixiantes que
imponen medidas homogenizadoras limitando la acción pedagógicamente
significativa del director y de los maestros.
4.-Motiva a los
directores, maestros y a los mismos educandos a participar de manera activa en
el cumplimento exitoso de los objetivos y logro de la misión.
5.-Evalúa de
manera constante, abierta y sistemática a los diferentes protagonistas por sus
desempeños reales, en base a logros y admitiendo los fracasos.
6.-La
organización se reconoce como una teoría en acción. a esta teoría le
corresponde una teoría en uso (que es lo que realmente sucede) y una
teoría esperada (lo que formalmente debería suceder).
3.-
Modelos de gestión en las organizaciones escolares.
En México, el tema de la
gestión escolar ha tenido un impulso importante desde el Acuerdo Nacional para
la Modernización de la Educación Básica, que reconoce a la escuela como el
centro del sistema educativo; posteriormente, se vislumbró la importancia de la
planificación en la escuela y surgió un proyecto de cooperación mixto
México-España denominado La gestión en la escuela primaria, cuya herramienta de
planeación fue el Proyecto Escolar orientado a resolver problemas; su premisa,
la intervención pedagógica a partir del reconocimiento de un problema principal
ubicado en el ámbito del aula y la enseñanza. Este proyecto propició
conversaciones sobre nuevos temas, como el trabajo colegiado, el liderazgo y la
importancia de la participación de los padres de familia en el centro escolar,
entre otros.
Por ese tiempo, en
diferentes niveles educativos surgieron planteamientos y formas de planeación
alternativos, tales como el plan de mejora, planeación para la calidad total,
proyecto operativo de centro y proyecto institucional, entre otros, lo cual
contribuyó en gran medida a la gestación del pec y de su propuesta educativa.
De
esta manera, el modelo El Modelo de Gestión
Educativa Estratégica recupera
componentes clave derivados de movimientos de cambio educativo que reconocen
los rasgos más relevantes y, a la vez, aportan fundamentos emanados del proceso
de transformación educativa de las escuelas beneficiadas por el Programa. Así,
emerge una propuesta innovadora con la firme intención de transformar la
organización de las escuelas, con un enfoque estratégico.
Un modelo es un conjunto de
representaciones de la realidad, elaborado para facilitar su comprensión y
estudiar su comportamiento, asociado con el conocimiento previo y la
experiencia. Ésta es subjetiva, en tanto su conocimiento es concreto, porque
refiere a una situación que puede inferirse desde premisas y supuestos; para
ser comprendida por un número mayor de personas, es necesario darle forma y
sentido.
Un modelo educativo es,
entonces, una representación de carácter conceptual de la compleja realidad
educativa, que surge a partir de aproximaciones sucesivas a las interacciones y
prácticas que ocurren en ésta; permite comprender una parte de esta muy diversa
esfera, por lo tanto, requiere de un esfuerzo de clasificación, cualificación y
recuperación de elementos comunes en un grupo altamente representativo, que
pueda ser trasladado para su aplicación en escenarios similares, dada su
naturaleza genérica.
En su conjunto, el modelo
facilita el conocimiento de los componentes que lo integran y propicia la
mejora de la práctica a través de la selección e implementación de elementos
pertinentes para discernir la naturaleza de interconexión entre la teoría y la
práctica, en un ciclo continuo entre las representaciones de la realidad
educativa y su posible transformación. El modelo antecede y precede a la
práctica, pero al mismo tiempo, la práctica recrea y genera nuevos modelos;
construyéndose una secuencia y relación recíproca.
El mgee surge en un momento
coyuntural de política educativa con el fin de superar los obstáculos para el
logro educativo identificados en el sistema educativo nacional. En esta
circunstancia se contemplaron con precisión las capacidades de autogestión de
los actores en los distintos niveles educativos; con el propósito de impulsar
niveles más altos de autonomía en los colectivos escolares y potenciar la toma
de decisiones, la implementación de estrategias de mejora en su contexto y
desde su propia intervención en escenarios de corto, mediano y largo plazo.
La naturaleza flexible del
Modelo, hace posible un compromiso serio por la acción educativa, que es
compleja, singular e incierta, y necesita ser sintetizada, abstraída y
esquematizada mediante los elementos que más le caracterizan. En este sentido,
el mgee aporta sus componentes, su proyección y sus significados; así como la
posible correlación entre éstos, en un intento por poner en marcha nuevas
formas de hacer en educación. Es decir, imprimir una cultura de transformación
constante y progresiva de la gestión educativa, escolar y pedagógica que
decante en otros resultados de logro educativo; que tenga su razón de ser en
las escuelas y en los colectivos, donde lo cotidiano transcurra en un clima
organizacional, innovador y abierto al aprendizaje para poder desarrollar la
tarea fundamental de formar para la vida.
El mgee consideró aspectos
de los movimientos internacionales de reforma para la calidad educativa, como
el de eficacia escolar y el de mejora de la escuela, para concretarse hoy en el
movimiento de transformación de la escuela por la eficacia y la mejora.
El movimiento de eficacia
escolar se basa en los resultados de aprendizaje de los alumnos y en los
factores del centro escolar que coadyuvan al logro de dichos resultados, en el
supuesto de que los estudiantes pueden alcanzar el máximo nivel posible de
aprendizajes, a pesar de los factores externos a la escuela.
El de mejora de la escuela
se centra en la relación entre los profesores y la cultura escolar para generar
estrategias de mejora, a través del trabajo conjunto. Su enfoque se sostiene en
la capacidad de la escuela para generar su propio cambio y mejorar los
resultados de los alumnos.
Y el de transformación de la
escuela por la eficacia y la mejora, busca promover la capacidad de cambio y
transformación de la escuela, a partir de una concepción amplia de los
resultados educativos de los alumnos y al centrar la innovación en la mejora de
los procesos de aula. En este caso, se observa la transformación de
arriba-abajo, del sistema como soporte institucional a la innovación de la
escuela y desde ésta al sistema educativo como generadora de propuestas de
cambio. Se suman premisas como la profesionalización de los actores educativos,
la implicación de la comunidad y la planificación del cambio.
La premisa del primer
movimiento es hacer lo mismo pero más; la del segundo, hacer lo mismo pero
mejor; mientras que el tercero plantea hacer cosas diferentes para obtener
resultados distintos. Es precisamente este último fundamento el que recupera el
mgee, que concibe al cambio como un proceso, no como un acontecimiento y, como
tal, requiere ser pensado, planificado, desarrollado y valorado
permanentemente.
El propósito fundamental del
mgee es asegurar progresos constantes en las formas de gestión para potenciar
las condiciones que detonen mejores resultados de logro educativo,
desarrollando competencias colectivas y prácticas innovadoras de gestión
institucional, escolar y pedagógica, donde cada actor asuma su compromiso con
la calidad educativa.