viernes, 14 de noviembre de 2014

2.- Enfoques, dimensiones y procesos de la organización y gestión de los centros escolares.

Los enfoques teóricos de gestión y planificación considerados pueden caracterizarse de la siguiente forma:
  
El enfoque prospectivo se caracteriza por precisar las estrategias de acción presentes, a través de la exploración sobre los futuros posibles.  Concibe a la planificación como una prospectiva normativa que utiliza la técnica de escenarios para reflexionar en torno a conjuntos coherentes de hipótesis probables sobre las variables claves del sistema y las posibles estrategias de los actores.
El enfoque de la «planificación comunicativa» propone que la clave la de acción es el lenguaje y que, por tanto, el centro de la atención está en la creación de estructuras comunicativas o redes conversacionales que faciliten el entendimiento para una acción cooperativa. Estas conversaciones se articulan por actos de habla, cada uno de los cuales tiene una forma pertinente de validación según su aserción, instrucción, compromiso, expansión o declaración.
El enfoque de la gestión para la calidad plantea que corresponde a todo directivo el mejoramiento incesante de los procesos que están bajo su cargo. Lo cual implica el observar si el producto o servicio cumplen con su requisito, y el hacer que el trabajo de los equipos de mejoramiento de procesos se basen en un compromiso con los alumnos en la mejora de la calidad.
Este enfoque establece como puntos estratégicos de la gestión el aprender a escuchar a quien demanda la educación, el optimizar la efectividad organizacional y realinear la cultura organizacional mediante de la aplicación de una filosofía de aprendizaje y dirección que fomente la eliminación de los desperdicios de los procesos, la administración de los procesos, la participación de los actores de la educación en torno a las  decisiones y en la conformación de las redes interactivas.

El enfoque normativo centra su aplicación en cómo resolver el problema en la elección de técnicas,  el problema de las técnicas y el problema de la priorización entre objetivos, haciendo un uso eficiente de los recursos en  torno a las decisiones.  Estructura un método de programación sobre la base de una serie de principios:
a.- Dado que en los objetivos el criterio debe ser minimizar la utilización de los recursos o lo contrario, la normalización de los instrumentos y las metas de normalización es la forma de dar solución a los problemas de la elección de técnicas y al problema de las prioridades.
b.- La norma para determinar la designación de recursos es la asignación máxima de producto obtenido por unidad de recurso empleado, dada las combinaciones apropiadas y posibles de recursos para obtener el producto.

El enfoque estratégico situacional: Para lograr una visión de conjunto sobre la forma como se articulan los instrumentos y convertirla en un método práctico, cuyo centro sea el cálculo que precede y preside la acción en la coyuntura, se sintetizan tales relaciones en un diagrama.
Esto permite que el plan se estructure como una matriz:  problemas- operaciones, cuya construcción hace necesario  para conformar el programa direccional, compatibilizar los problemas del plan y las operaciones diseñadas para atacar cada problema; las operaciones con los nudos críticos de cada problema ( matriz, nudos críticos, operaciones) y las responsabilidades administrativas en la ejecución de las operaciones (matriz, operaciones, instituciones).   De no ser viable ninguna de estas trayectorias se revisa el programa direccional hasta alcanzar un diseño normativo coherente y viable en lo estratégico

Dimensiones.-

Una premisa fundamental en el proceso de cambio es entender lo que su­cede al interior de la escuela para poder decidir qué procesos deben perma­necer en ésta, cuáles deben ser cambiados, cuáles eliminados y qué cosas nuevas se requiere hacer. La dinámica escolar es compleja y es poco proba­ble que se identifiquen los elementos señalados si se intenta ver la totalidad de lo que sucede en ella, por lo que es necesario analizarla por partes; una manera de hacerlo es establecer particiones a esa totalidad con diferentes criterios; que pueda ser subdividida en fragmentos más pequeños que per­mitan emitir juicios de valor y tomar decisiones claras.

Es por ello que la realidad escolar se clasifica en dimensiones. Éstas son, desde el punto de vista analítico, herramientas para observar, analizar, criticar e interpretar lo que sucede al interior de la organización y funcionamiento cotidiano de la escuela.
En este caso, las dimensiones a través de las que se propone hacer el análisis son cua­tro: pedagógica curricular, organizativa, administrativa y de participación social comunitaria. A continuación, se describen los contenidos que caracterizan a cada dimensión, los que ha­brá que considerar y valorar a fin de identificar la situación prevaleciente de cada escuela.

Pedagógica curricular
Esta dimensión se refiere al trabajo que se realiza en el aula y, como su nombre lo indica, analiza la relación que tiene el docente con los contenidos curriculares, la forma en que transmite conocimientos, desarrolla habilidades y destrezas en sus alumnos y establece un conjunto de valores al interior del aula. Considera las formas de hacer e interactuar entre maestro, alumno y padres de familia para desarrollar las competencias de los estudiantes y tiene una estrecha relación con la gestión pedagógica que se realiza en la escuela.

Organizativa
Esta dimensión considera la interrelación al interior del colectivo docente y de éste con los padres de familia. En ella están presentes los valores y las actitudes que prevalecen en los actores escolares. Los valores traducidos en actitudes son los sustentos que le sirven a la organización escolar para tomar las decisiones que considera más convenientes al enfren­tar diversas situaciones.

Administrativa
El análisis de esta dimensión permite el reconocimiento del tipo de actividades que desde la administración escolar favorecen o no los procesos de enseñanza y de aprendizaje con el propósito de que puedan modificarse para mejorar los rendimientos educativos de los alumnos, las prácticas docentes y los directivos, y también del personal de apoyo y asis­tencia.

Participación social comunitaria
Esta dimensión involucra la participación de los padres de familia y de otros miembros de la comunidad donde se ubica la escuela. Mediante el análisis habrá que identificar la forma en que el colectivo, directivo y docentes, conocen, comprenden y satisfacen las necesidades y demandas de los padres de familia, así como la forma en que se integran y participan en las actividades del centro escolar, principalmente en aquellas que desde el hogar pudieran favorecer los aprendizajes de los estudiantes.


Un proceso de organización comprende las siguientes etapas:
1.- El diagnóstico
2.-La programación propiamente  dicha.
3.-La discusión y decisión
4.-La ejecución 
5.-La evaluación

El aprendizaje organizacional se produce en dos niveles:
Primer nivel.- proceso de reflexión donde se confirma o no la teoría en uso y se corrigen errores.
Segundo nivel.-se diseña una reestructuración de las modalidades con las que se diseñan las metas, las estrategias, los sistemas de monitoreo, evaluación y seguimiento.


ELEMENTOS DE LA GESTIÓN EFICIENTE

1.-Promociona la descentralización de la toma de decisiones a cualquier nivel  (escuelas, grupos escolares, interacciones institucionales). El maestro es visto como líder instruccional, el director como líder del líder instruccional y el resto de los participantes como facilitadores del trabajo del maestro.
2.- Provee a los maestros de recursos y poder de decisión y acción pedagógica autónoma y significativa.
3.-Orienta a la escuela, grupos escolares u otras instancias de interacción pedagógica a guiar sus acciones en base a una misión y no por las reglas y normas asfixiantes que imponen medidas homogenizadoras limitando la acción pedagógicamente significativa del director y de los maestros.
4.-Motiva a los directores, maestros y a los mismos educandos a participar de manera activa en el cumplimento exitoso de los objetivos y logro de la misión.
5.-Evalúa de manera constante, abierta y sistemática a los diferentes protagonistas por sus desempeños reales, en base a logros y admitiendo los fracasos.
6.-La organización se reconoce como una teoría en acción. a esta teoría le corresponde una teoría en uso  (que es lo que realmente sucede) y una teoría esperada (lo que formalmente debería suceder).



3.- Modelos de gestión en las organizaciones escolares.
En México, el tema de la gestión escolar ha tenido un impulso importante desde el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, que reconoce a la escuela como el centro del sistema educativo; posteriormente, se vislumbró la importancia de la planificación en la escuela y surgió un proyecto de cooperación mixto México-España denominado La gestión en la escuela primaria, cuya herramienta de planeación fue el Proyecto Escolar orientado a resolver problemas; su premisa, la intervención pedagógica a partir del reconocimiento de un problema principal ubicado en el ámbito del aula y la enseñanza. Este proyecto propició conversaciones sobre nuevos temas, como el trabajo colegiado, el liderazgo y la importancia de la participación de los padres de familia en el centro escolar, entre otros.
Por ese tiempo, en diferentes niveles educativos surgieron planteamientos y formas de planeación alternativos, tales como el plan de mejora, planeación para la calidad total, proyecto operativo de centro y proyecto institucional, entre otros, lo cual contribuyó en gran medida a la gestación del pec y de su propuesta educativa.
De esta manera, el modelo El Modelo de Gestión Educativa Estratégica recupera componentes clave derivados de movimientos de cambio educativo que reconocen los rasgos más relevantes y, a la vez, aportan fundamentos emanados del proceso de transformación educativa de las escuelas beneficiadas por el Programa. Así, emerge una propuesta innovadora con la firme intención de transformar la organización de las escuelas, con un enfoque estratégico.

Un modelo es un conjunto de representaciones de la realidad, elaborado para facilitar su comprensión y estudiar su comportamiento, asociado con el conocimiento previo y la experiencia. Ésta es subjetiva, en tanto su conocimiento es concreto, porque refiere a una situación que puede inferirse desde premisas y supuestos; para ser comprendida por un número mayor de personas, es necesario darle forma y sentido.
Un modelo educativo es, entonces, una representación de carácter conceptual de la compleja realidad educativa, que surge a partir de aproximaciones sucesivas a las interacciones y prácticas que ocurren en ésta; permite comprender una parte de esta muy diversa esfera, por lo tanto, requiere de un esfuerzo de clasificación, cualificación y recuperación de elementos comunes en un grupo altamente representativo, que pueda ser trasladado para su aplicación en escenarios similares, dada su naturaleza genérica.

En su conjunto, el modelo facilita el conocimiento de los componentes que lo integran y propicia la mejora de la práctica a través de la selección e implementación de elementos pertinentes para discernir la naturaleza de interconexión entre la teoría y la práctica, en un ciclo continuo entre las representaciones de la realidad educativa y su posible transformación. El modelo antecede y precede a la práctica, pero al mismo tiempo, la práctica recrea y genera nuevos modelos; construyéndose una secuencia y relación recíproca.
El mgee surge en un momento coyuntural de política educativa con el fin de superar los obstáculos para el logro educativo identificados en el sistema educativo nacional. En esta circunstancia se contemplaron con precisión las capacidades de autogestión de los actores en los distintos niveles educativos; con el propósito de impulsar niveles más altos de autonomía en los colectivos escolares y potenciar la toma de decisiones, la implementación de estrategias de mejora en su contexto y desde su propia intervención en escenarios de corto, mediano y largo plazo.

La naturaleza flexible del Modelo, hace posible un compromiso serio por la acción educativa, que es compleja, singular e incierta, y necesita ser sintetizada, abstraída y esquematizada mediante los elementos que más le caracterizan. En este sentido, el mgee aporta sus componentes, su proyección y sus significados; así como la posible correlación entre éstos, en un intento por poner en marcha nuevas formas de hacer en educación. Es decir, imprimir una cultura de transformación constante y progresiva de la gestión educativa, escolar y pedagógica que decante en otros resultados de logro educativo; que tenga su razón de ser en las escuelas y en los colectivos, donde lo cotidiano transcurra en un clima organizacional, innovador y abierto al aprendizaje para poder desarrollar la tarea fundamental de formar para la vida.
El mgee consideró aspectos de los movimientos internacionales de reforma para la calidad educativa, como el de eficacia escolar y el de mejora de la escuela, para concretarse hoy en el movimiento de transformación de la escuela por la eficacia y la mejora.
El movimiento de eficacia escolar se basa en los resultados de aprendizaje de los alumnos y en los factores del centro escolar que coadyuvan al logro de dichos resultados, en el supuesto de que los estudiantes pueden alcanzar el máximo nivel posible de aprendizajes, a pesar de los factores externos a la escuela.
El de mejora de la escuela se centra en la relación entre los profesores y la cultura escolar para generar estrategias de mejora, a través del trabajo conjunto. Su enfoque se sostiene en la capacidad de la escuela para generar su propio cambio y mejorar los resultados de los alumnos.
Y el de transformación de la escuela por la eficacia y la mejora, busca promover la capacidad de cambio y transformación de la escuela, a partir de una concepción amplia de los resultados educativos de los alumnos y al centrar la innovación en la mejora de los procesos de aula. En este caso, se observa la transformación de arriba-abajo, del sistema como soporte institucional a la innovación de la escuela y desde ésta al sistema educativo como generadora de propuestas de cambio. Se suman premisas como la profesionalización de los actores educativos, la implicación de la comunidad y la planificación del cambio.
La premisa del primer movimiento es hacer lo mismo pero más; la del segundo, hacer lo mismo pero mejor; mientras que el tercero plantea hacer cosas diferentes para obtener resultados distintos. Es precisamente este último fundamento el que recupera el mgee, que concibe al cambio como un proceso, no como un acontecimiento y, como tal, requiere ser pensado, planificado, desarrollado y valorado permanentemente.
El propósito fundamental del mgee es asegurar progresos constantes en las formas de gestión para potenciar las condiciones que detonen mejores resultados de logro educativo, desarrollando competencias colectivas y prácticas innovadoras de gestión institucional, escolar y pedagógica, donde cada actor asuma su compromiso con la calidad educativa.


1 comentario:

  1. La mejora de la escuela depende en gran medida en la participación gestora del profesor como líder de la organización de las estrategias a implementar para mejorar la enseñanza-aprendizaje de sus alumnos y lograr una educación de calidad.

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