La cultura organizacional
nos menciona la gran cantidad de situaciones que vivimos los docentes en las
escuelas desde la organización, las problemáticas, los estilos de trabajo de
cada maestro, la gestión, etc., pero siempre con la huella que tenemos al
recordar nuestra primer experiencia, la primera vez que iniciamos nuestra labor
profesional, momentos donde descubrimos que había una cierta distancia entre la
teoría que habíamos obtenido en nuestra formación como maestros y la realidad
en la practica, pues nos encontramos con situaciones muy diversas que muchas de
las veces no encontramos en ningún documento y que solamente podemos sentir y
vivir cuando estamos parados frente a la institución que nos han asignado para
trabajar, es ahí, en ese instante cuando debemos hacer una serie de
movilizaciones mentales para atender a las problemáticas que se nos presenten y
poder incorporarnos a las exigencias o formas de organización de la escuela, ya
que muchas de las veces llegamos con ideas propias pero en la mayoría de los
casos se requiere que nos adaptemos a la forma de trabajo de la escuela a la
que llegamos es decir a sus tradiciones y culturas que se practiquen en dicha
institución, en esta dimensión pude entender que cada escuela tiene sus
características diferentes es decir no existe una sola escuela que sea igual o
donde los ambientes sean iguales porque cada contexto, cada infraestructura,
cada grupo de alumnos, cada grupo de padres de familia, cada grupo de maestros
y directivos tienen sus características propias y formas de trabajar así como
formas para desenvolverse en el ambiente educativo y cada papel que juegan
dichos personajes están traspasados por una experiencia de pertenencia
institucional.
Podemos entender que si
interactuamos en cada institución personas diferentes y con ideas diferentes,
por momentos haya roces o divergencias en la forma de pensar o actuar, pero
sobre todo para la toma de decisiones, además para seguir reglas o acuerdos
debemos de coincidir en un objetivo en común que se desprenderá de las
reuniones de consejo y de la suma de ideas en conjunto, pero es aquí donde
vuelve a entrar en juego la comunicación, la negociación para solucionar
conflictos y alcanzar las metas propuestas a nivel institucional, es decir,
para toda esta gran organización escolar se deben tomar medidas entre docentes
y padres de familia, así como con las autoridades educativas para llegar a
acuerdos que mejoren los espacios educativos y sobre todo el ambiente de
trabajo en cada escuela.
El conjunto de decisiones y
de prácticas de los maestros ante esta diversidad de condiciones culturales y
socioeconómicas, que colocan a sus alumnos en posiciones distintas frente a la
experiencia escolar, constituye, sin duda, el espacio donde entra en juego de
manera mas clara la igualdad de oportunidades educativas. La equidad que la
escuela pública asume como compromiso constitucional se expresa, en última
instancia, en lo que ocurre en cada escuela y en cada salón de clases.
Hoy en día los maestros
debemos estar a la vanguardia educativa para atender a las necesidades de los
educandos, no solo en cuanto a conocimientos y valores sino también en cuanto a
conocimientos científicos y tecnológicos para dar solución a los requerimientos
de las nuevas generaciones buscando siempre la actualización constante.
El aspecto social en la
educación va de la mano y es la que nos exige que dejemos acciones que van en
contra de la pedagogía o de las practicas de superación y mejoramiento escolar,
tenemos esa gran responsabilidad y el compromiso con la gente de nuestro país
de entregarles alumnos competentes y tratar de tener la aceptación de maestros
como hace años la teníamos en la sociedad y sobre todo ese reconocimiento, no
como hoy en día que mucha gente ya no confía en nosotros y en nuestro trabajo.
La sociedad de nuestro país
cada ves nos exige mas resultados satisfactorios, los alumnos requieren que
sean educados de manera competente para hacer frente a este mundo globalizado y
lleno de retos para poder resolver diversas problemáticas en contextos diferentes,
ya no podemos hacer como que trabajamos y que no lo hagamos, debemos
comprometernos con nuestro desempeño como verdaderos profesionales de la
educación pues las miradas de los medios de comunicación y de la población esta
sobre nosotros, así que para volver a tener el prestigio que teníamos hace años
es necesario ganarnos a la sociedad pero con trabajo, para que no tengamos nada
en lo cual nos ataquen y podamos cumplir los fines de la educación que son el
desarrollo de la nación.
El maestro es una figura
completamente social no solo en el sentido de las relaciones que genera con
maestros, padres de familia y alumnos o por el impacto que generan sus acciones
o actividades dentro de la sociedad, es mas una cuestión de como se observa al
maestro en nuestra sociedad actual desde el aspecto empresarial, desde la
política, desde el comercio, etc., el trabajo como docentes trasciende no solo
en nuestros alumnos sino también en la vida de nuestra sociedad, es por eso que
si no preparamos a nuestros alumnos para vivir y ser competentes en la sociedad
difícilmente podrán aportar algo al futuro del país, es decir, no solo le
compete a las familias el futuro de sus hijos, ni a ellos mismos por si solos,
sino en gran medida a nosotros como maestros, tenemos que entender que somos
figuras publicas y lamentablemente a través de la historia de nuestra sociedad
hemos perdido mucho prestigio y reconocimiento social, antes el maestro junto
con los sacerdotes y los doctores eran vistos como figuras publicas de alto
prestigio y se dirigían a ellos con el mayor respeto posible y en muchas
ocasiones ellos decidían muchos aspectos de la vida en las comunidades o en los
pueblos, además de tener diversas funciones en bien de la sociedad, además, los
maestros en especial éramos sinónimo de prestigio e inteligencia, hoy en día
vemos como la sociedad nos denigra y nosotros mismos nos denigramos con
nuestros actos, precisamente porque se ha perdido esa responsabilidad social y
hemos dado paso a la falta de responsabilidad profesional, es por eso que
tenemos que volver a retomar nuestra función social con nuestro trabajo
comprometido a mejorar siempre y poniendo en juego relaciones interpersonales
con nuestro compañeros es decir dentro de la institución y fuera de ella
debemos dirigirnos con respeto atendiendo a las diversas formas de pensar de
nuestros compañeros, además en las escuelas debemos hacer un análisis personal de nuestra forma de
actuar como es la manera de comunicarnos con los demás y que relaciones tenemos
con los demás es decir si son de compañerismo o solamente de trabajo, si
estamos actuando de acuerdo a las normas o acuerdos de la institución o no,
debemos analizar si con nuestro actuar no estamos perjudicando a alumnos,
padres de familia o compañeros maestros.
El trabajar en una
institución engloba muchas situaciones desde que llegamos por la mañana a la
escuela se presentan acontecimientos, buenos o malos, hasta la hora de salir,
algunas veces tienen que ver solamente con nuestro actuar o en el sentido
personal, pero muchas de las veces se relacionan con la vida y el ambiente de
la escuela o con otros actores del quehacer educativo, sin dejar de lado las
repercusiones o implicaciones que se tendrán fuera de la escuela en este
sentido en el aspecto social.
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